
D) Ethos
Ante los sucesos acaecidos, se nos vienen a la mente varios cuestionamientos éticos. No podemos plantear una matriz de pensamiento o una teoría a priori, pues cada teoría nos forma una realidad diversa. Es por eso que partimos de las siguientes interrogantes:
- ¿Cómo construir un valor ético comunitario que dé cuenta de las particularidades?
- ¿Quién decide si somos hombres/mujeres masa o sujeto social? (a la hora de enfrentarnos ante un conflicto o hecho social)
- Como sujeto social revolucionario, ¿Somos capaces de participar en todos los espacios?
- ¿Cómo generar una relación dialéctica entre intuición y raciocinio?
- ¿Cuánto somos capaces de percibir en la realidad?
La primera aproximación que realizamos es que nuestra moral está determinada en la relación con el poder y con los medios de producción. En este sentido cada circunstancia determina una ética distinta, por lo tanto cada caso debe analizarse con sus particularidades.
Por lo tanto tenemos tres tipos de posturas éticas que dependen de su situación con respecto al conflicto, al poder y a los medios de producción, estas posturas están representadas por cada actor social del conflicto:
-Forestal Bosques de Arauco (Angelini)
-Trabajadores Forestales y asociados
-Carabineros de Chile
Cada uno de estos actores del conflicto posee una ética determinada como veremos a continuación, pero todos ellos están enmarcados dentro de la estructura capitalista neoliberal.
Angelini, al ser dueño de los medios de producción está bajo la ética de la productividad y la ganancia, lo que llamamos plusvalía. Dentro de esta ideología su preocupación tiene relación con las cifras que recibirá al final de cada trimestre, no con las condiciones laborales de sus trabajadores, las medioambientales, o las deudas históricas (pueblo Mapuche).
Los trabajadores forestales luchan bajo la ética al derecho del mejoramiento de la calidad de vida. No creemos que esta protesta particular tuviera un trasfondo de cambio social, sino de las condiciones inmediatas de subsistencia. Además desde el Golpe de Estado hay una ruptura ideológica: cambian los ejes de producción y plusvalía, se genera otro concepto comunitario, surgen la disociación y el miedo al otro como arma más fuerte para romper el tejido social.
Esto es muy importante porque discontinuó un proyecto social con marcados valores éticos y comunitarios, reemplazándolo por su antítesis en una ética individualista y con el regreso a la democracia solo se perfeccionó el sistema impulsado por la dictadura. La burguesía también cambia, desde una burguesía desarrollista a otra especulativa. Además podemos entrever un retroceso en la organización sindical, hecho evidenciable a partir del conformismo con el que los trabajadores aceptaron el reajuste de sueldo, y ¿qué pasó con la vida del compañero?
Finalmente tenemos a Carabineros de Chile, cuya ética no se justifica por la protección del gobierno ni de los ciudadanos. De ser así no habría ocurrido el Golpe. Lo que ellos protegen es el Estado Capitalista, para ello utilizan la represión. Esto lo podemos ver en la distinta reacción que tienen ante una masa que se dirige al mall, y una multitud que marcha en la protesta. En el primer caso se protege a los consumidores, en el segundo se reprime a los ciudadanos.
Como podemos ver la posición que el actor social ocupa en los eslabones de poder y en la relación con los medios de producción de de vital importancia para analizar ethos. Existe una permanente lucha entre la ética del oprimido y la ética del que posee.
La ética y los valores son dinámicos, la ciudadanía y los actores sociales los van reconstruyendo, como en las luchas por la liberación femenina, o la conciencia animal.
Es importante generar una introspección con respecto a este tema y nuestros propios valores frente a una lucha determinada. ¿Qué niveles de conciencia comunitarios tenemos?
Quizás podríamos emplear una ética de mínimos universales para todos, pero en el contexto actual no se aplica. Una lucha importante es la obtención del control del Estado y los medios de producción, revivir experiencias de fábricas tomadas por sus trabajadores, de la organización colectiva.
Mao señala que para que el pez se mueva, debe tener agua. Esta reflexión es importante porque nos plantea nuevamente interrogantes. ¿Rodrigo Cisternas sabía que iba a morir cuando condujo la retroexcavadora? ¿Qué hubiese pasado si los carabineros hubiesen muerto? ¿Con qué imagen habría quedado la protesta por los derechos de los trabajadores? ¿Qué hubiese pasado con Rodrigo?
Reflexiones
No podemos dejar de reflexionar en torno a la contradicción dialéctica en cuanto a las leyes de este Estado Burgués: parte de nuestra legislación produce las condiciones para la movilización, dada la disminución del Estado en cuanto a su quehacer básico, ya que se desliga de sus responsabilidades más mínimas, de la promoción de la dignidad. Sin embargo, es el mismo Estado quien vela por el cumplimiento de sus leyes para reprimir y acallar las movilizaciones populares, incluso haciendo efectiva la violencia activa, o sea, asesinando. Por lo mismo, defendemos la tesis que es el Estado, finalmente, quien asesina a Rodrigo, mediante funcionarios de uno de sus órganos de “orden”, haciendo cumplir el Estado de Derecho, representado en esta ocasión, como en muchas, bajo la figura de la Represión Social.
A partir de las movilizaciones Sociales de los trabajadores de la Forestal Arauco, se logra la firma de un acuerdo, que dice relación con las mejoras salariales de $65 mil por trabajador, y a los conductores se les fijo un sueldo base de $132 mil. Otra de las metas logradas, es un aguinaldo de $23 mil, con motivo de las fiestas patrias, entre otras.
Si bien estos “pequeños-grandes” logros obtenidos, pueden lograr desmovilizar a los trabajadores forestales, y hacerles sentir conformes con la negociación, creemos que no se ha tocado el problema de fondo: las movilizaciones tuvieron que acrecentarse, un trabajador fue asesinado, los medios de comunicación llenaron sus primeras planas e hicieron reportajes a los que acontecía en el sur de Chile, y ¿para qué?, para lograr niveles de dignidad que siguen siendo indignos (aproximadamente el sueldo mínimo). Mientras tanto, el grupo Angelini se llenan los bolsillos con el dinero que surge de la producción de los trabajadores. ¿Plusvalía...?
Si bien esta fue una reivindicación coyuntural por ciertas demandas concretas, así los trabajadores reconocen lo acontecido tras la firma del acuerdo, como un logro obtenido: “Nos vamos victoriosos no sólo porque logramos lo que pedíamos, sino porque esto servirá al resto de los trabajadores de Chile”[1]; es así que se demuestra una vez más que la movilización social y política es una herramienta vigente para la consecución de demandas, en este caso laborales, pero que puede ampliarse el espectro a las diferentes banderas de lucha que coexisten en nuestro país y en el mundo. Si bien es un logro conseguir reivindicaciones concretas, dependerá de la fuerza, organización y correcta lectura política, que la lucha continúe por transformaciones profundas y estructurales.
Las reflexiones finales les pertenecen.
[1] Sergio Gatica, dirigente de los trabajadores. www.sociedadcivil.cl
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