jueves, 13 de diciembre de 2007

III.- Lo ético en el conflicto del cobre



Para comenzar con este capítulo del Informe, decidimos delimitar el concepto de lo “ético” y la diferencia que presenta este concepto con el de “moral”, para así, ocuparlo sin ambigüedades. Los términos ética y moral derivan de la palabra “mos”, la cual proviene del vocablo griego que significa ‘costumbre’, de ahí su relación con esta práctica o estudio de esta. En la evolución posterior del vocablo, lo ético se ha identificado cada vez mas con lo moral, y la ética ha llegado a significar propiamente la ciencia que se ocupa de los objetos morales en todas sus formas, una filosofía de lo moral.
Mientras que el estudio de ‘lo moral’ comprende el estudio de todas las normas que han regulado la conducta humana desde los tiempos prehistóricos hasta nuestros días. Ahora bien, la existencia de las ideas morales y de actitudes morales no implica todavía la presencia de una particular disciplina filosófica, así por ejemplo, pueden estudiarse las actitudes e ideas morales de diversos pueblos primitivos, o de los pueblos orientales, o de los hebreos, o de los egipcios etc., sin que el material resultante deba forzosamente encuadrarse en la historia de la ética.
Ética dominante, Moral dominante
No se puede abordar el problema de lo ético y de lo moral sin situarnos en el contexto económico político y social en el cual nos encontramos inmerso, ya que es este, el que determina una hegemonía moral e impone lo problemas éticos a resolver, por ello debemos saber que estamos en un contexto de economía globalizada y de un neoliberalismo imperante, el cual condiciona nuestro comportamiento, ya que, nuestros valores y principios están bajo un lógica que es impuesta a través del proceso de socialización del individuo hasta lograr la sedimentación. Con esto ya hecho el individuo responde a patrones conductuales, esto lo podemos llamar enajenación a nivel superestructural.
Lo único que lleva al individuo, a que choque con esta estructura cognoscitiva sedimentada, es la no satisfacción de sus necesidades “objetivas- primarias”; esto lleva a la pérdida de confianza en la moral imperante, ya que, choca con la cristalización de sus satisfacciones, debido a ello, se construye o se adopta una moral que responda a sus necesidades. Esto es, peligroso para la clase dominante, ya que, comienza un proceso de emancipación a nivel subjetivo, esto, permite, ver la realidad desde otras aristas, lo cual acerca mas a la realidad.
Los actores

Ahora ejemplificaremos esto a través de comentarios de actores sociales que representan a las diversas capas sociales que componen nuestra sociedad.
"Las dificultades tienen que ver con la discriminación, que a igual trabajo hay distinto salario; y con la subcontratación o suministro permanente de trabajadores". (Cristian Cuevas).
Aquí vemos como un representante de los trabajadores da cuenta de una realidad. El encuentra injusto que se paguen distintos salarios por un mismo trabajo. Esto es así porque se ve afectado directa o indirectamente por esta medida, en su moral esto es incorrecto; esto choca directamente con la moral imperante ya que esto esta permitido constitucionalmente, lo cual da cuenta de que esta no es una practica inmoral.
Ahora revisaremos la perspectiva de la iglesia:
"El sueldo mínimo debiera ser transformado en sueldo ético, en el sentido de que todos lo que puedan no paguen el sueldo mínimo legal, sino por lo menos 250 mil pesos". (Monseñor Goic).
En esta cita el monseñor Goic plantea un concepto de sueldo ético, que consiste como se puede leer el en el párrafo anterior, ‘en que lo paguen solo los que puedan pagarlo’. Esta aseveración de carácter moral no entra en contradicción con la moral constitucional, ni da ninguna medida de coerción para que sea obedecida, esto es por que la moral católica se ha imbricado de alguna u otra manera a la moral neoliberal dándole énfasis a lo volitivo; detrás de esta característica esta la defensa de la libertad mercantil. También se puede apreciar como no toca ni siquiera tangencialmente el problema de la subcontratación y la precariedad del trabajo como consecuencia de esta.
Desde la perspectiva de una senadora de la UDI:
" Yo creo que él (Monseñor Goic) no tiene idea de economía y se está metiendo en cosas muy difíciles”. "Por lo menos él debiera meditar, conversar, madurar más su idea antes de largarla”. Agregó: "extiendo mis comentarios a todos los que estén pensando en un sueldo de ese tipo". (Senadora Evelyn Matthei).
En esta declaración vemos la mezcla acomodaticia entre ciencia, ideología y moral. La afirmación de la senadora se pretende desde un punto de vista científico. Esta es la postura que toma la senadora, ella considera que el sueldo ético es imposible por una causalidad científica, aquí están los argumentos para creer en ello.
“El mismo Obispo Goic plantea que es sano crecer al 6% o 7% y ojalá sigamos en esa senda. Ahora, cualquier libro de "Introducción a la Economía" explica en su primer capítulo que los ingresos son iguales al producto, de lo que se deriva que si se produce más se aumentan los ingresos. Esta relación si bien no se traduce en un aumento salarial equivalente al crecimiento del país, ha mostrado una correlación sumamente fuerte en las últimas 3 décadas (yo misma hice los cálculos hace un par de años). Pretender aumentar en más de un 70% el sueldo mínimo es una locura para cualquier entendido en la materia. Además, que cuando los aumentos del sueldo mínimo se dan por sobre el aumento de la productividad está comprobado que aumenta la tasa de cesantía, pues se contrata a menos personas. De lo contrario, tendríamos quiebras de empresas, desaceleración fuerte del crecimiento producida por una fuerte pérdida de competitividad por parte de nuestras industrias exportadoras y una inflación galopante producida por el aumento del circulante sin una relación con el aumento de bienes y servicios producidos” .
La senadora cree implícitamente que monseñor Goic no esta teniendo un comportamiento moral, ya que si se realizara su petición, esta conllevaría a una catástrofe social.
Desde la perspectiva de un economista de izquierda:
Orlando Caputo economista de la Universidad de Chile y ex gerente general de Codelco responde lo siguiente a los comentarios de Evelyn Matthey
En la nota VIII, del 13 de agosto de 2007 del Mostrador: ‘Salario Ético y la Ciencia Económica: Evelyn Matthei’, señalamos que la Senadora Matthei conoce la escuela teórica neoliberal, pero olvida o desconoce aspectos fundamentales de la ciencia económica y de la Historia Económica. Los fundadores de la ciencia económica, y ‘padres de la economía moderna’, -Adam Smith y David Ricardo-, formularon teóricamente dos grandes conceptos de precios: el ‘precio de mercado’ y el ‘precio natural’, para las mercancías, para las utilidades y para el trabajo.
“El precio de mercado, de la mano de obra – según David Ricardo-, es el precio debido al juego natural entre “la oferta y la demanda” de trabajo. El precio de mercado, es el centro de atención principal del neoliberalismo.
El precio natural de la mano de obra – según David Ricardo-, depende del precio de los alimentos, de los productos necesarios y de las comodidades para el sostén del trabajador y de sus familias. Cuando el precio de mercado de la mano de obra excede su ‘precio natural’, la condición del trabajador es floreciente y dichosa, y puede disponer en mayor proporción de los productos esenciales y de los goces de la vida y, por ende, crear una familia sana y numerosa.
Cuando el ‘precio de mercado’ es inferior a su ‘precio natural’, la condición de los trabajadores es de lo más mísera: la pobreza los priva de aquellas comodidades que la costumbre convierte en necesidades absolutas…”En los países donde la clase obrera tiene necesidades mínimas, donde se satisface con los alimentos más baratos, la gente está expuesta a las mayores vicisitudes y miserias. Se hayan desamparadas ante la calamidad;… su posición es tan baja que ya no pueden descender más”.
Adam Smith agrega: “En su desesperación, proceden los trabajadores con el frenesí propio de los desesperados y tienen que optar entre morir de hambre o atemorizar a los patronos, para que estos accedan inmediatamente a sus pretensiones”. “Los patronos, en tales circunstancias protestan en el mismo tono, y jamás dejan de reclamar la asistencia de las autoridades civiles y la aplicación inflexible de las rigurosas leyes que han sido promulgadas contra criados, trabajadores y jornaleros”. Ojo, esto lo escribió en 1776... y nos suena tan contingente!!
El gobierno en esta discusión a estado ausente, ya que, cualquier tipo de aseveración podría tener altos costos políticos. La presidenta Michelle Bachelet se a atenido a responder lo siguiente:"Somos coincidentes con el planteamiento de la Iglesia, que un país que tiene mayor prosperidad, tiene que llegarle a todos. Si al país le va bien, le tiene que ir bien a cada uno de los trabajadores", manifestó la Presidenta.
Si bien en el plano de las declaraciones, en este conflicto la Concertación mantuvo una actitud ambigua, es en la irrestricta defensa del modelo neoliberal desde el Gobierno, desde el Parlamento, desde el accionar policial, que su posición aparece con nitidez.
La movilización de los trabajadores subcontratados de CODELCO, puso en cuestión, no sólo el marco jurídico laboral... sino que cuestiona la legitimidad del Modelo en su conjunto, desde la ética de la Justicia Social.

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